La historia se sitúa en Chicago en el año 2035. En una sociedad acostumbrada a convivir con robots inteligentes, los cuales se dedican a realizar todo tipo de tareas para facilitarle la vida al ser humano -cocinan, conducen, sacan al perro...- bajo el cumplimiento de las Tres Leyes de la Robótica:
- Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño
- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
La trama se complica cuando uno de esos robots es sospechoso del asesinato de un brillante científico, padre de la robótica actual. El agente Del Spooner se hace cargo del caso y cuenta con la ayuda de la experta en psicología robótica Susan Calvin y Sonny, un ejemplar unico de robots con sentimientos.
La película de Yo, Robot se desarrolla en un escenario futurista donde la tecnología abarrota la sociedad, pero no toda esa tecnología es Inteligencia Artificial, aunque innegablemente está muy avanzada. En la película vemos cómo han diseñado una red de carreteras con coches inteligentes que conducen solos mientras que el piloto puede hacer lo que quiera sin ester pendiente de la carretera. Son unos coches especiales con ruedas esféricas que les capacitan de un movimiento sobre el suelo total. Esta tecnología se está desarrollando actualmente, con coches que inteligentemente siguen las lineas de la carretera, y controlan la velocidad, a la vez que con tecnología GPS se dirigen a donde se le pida. Además google se está metiendo en el desarrollo de pilotos automáticos, lo que posiblemente nos asegure ese tipo de vehículos en un futuro no muy lejano.
Adjuntamos unos artículos sobre el tema aquí y aquí
También tenemos a Sonny, y el resto de robots humanoides que poseen una inteligencia artificial general. Robots con apariencia muy cercana a la de los humanos, con cara, dos piernas, dos brazos, dedos, torso y voz...
Dentro de esta gama de robots, destaca uno en especial, Sonny. Un robot de la nueva gama NS-5, un robot que esconde muchos enigmas. Fue construido personalmente por el doctor Lanning con modificaciones, como una aleación más densa (con un propósito que se esconde en la película), y sobre todo con una característica fundamental para el desarrollo de la película: la potestad para saltarse las, ya afamadas, leyes de la robótica. Y a colación de esto se le dota de conciencia, ya que en varios momentos de la película muestra ira, curiosidad, y un deseo explícito de seguir viviendo.
Por último encontramos a VIKI, un cerebro positrónico que dirige a todo este mundo altamente mecanizado (Chicago, Nueva York, Washington y Los Angeles). Controla la seguridad, tiene posibilidad de ordenar a los robots, y sobre todo tiene un problema. Su lógica robótica le dicta el deseo de proteger a los humanos, y aun así hay humanos que siguen matandose entre ellos, aunque son los menos, los que la máquina determinará como peligrosos. VIKI desarrolla por sí sola un plan para proteger las tres leyes de la robótica, aunque sea saltándose el pilar de estas leyes. Por lo que su pensamiento automatizado, inteligente, emula al pensamiento humano y crea una respuesta, que no estaba preprogramada a favor de su lógica sí programada.
Con respecto a estos tres elementos, vemos muy difícil la posible creación de ellos. Es posible, más bien probable, que en un futuro lejano los robots gama NS puedan llegar a existir. Pero ahora no hay medios tecnológicos, es decir, ni el campo de la robótica ni el campo de la inteligencia artificial están preparados para soportar lo que conllevan los NS. Y aun es menos probabale que pueda haber robots como Sonny o VIKI, robots que con una composición inorgánica y artificial lleguen a sacar conclusiones de la nada, que lleguen a soñar, que decidan por sí solos con respecto a valores subjetivos y no estadísticos. A lo mejor el futuro conlleva muchos adelantos, pero tal y como estamos ahora, es imposible que Sonny nos guiñe un ojo.
Todo esto, en el caso que fuera posible, a su vez traería consecuencias a nivel ético, práctico y moral. La posibilidad de que un robot pueda pensar y sentir, le lleva a la posibilidad, como en la película, de cometer delitos, crímenes, errores... Y si eso pasara ¿De quién sería la culpa? ¿Cómo podría responsabilizarse a alguien? Y como estas miles de preguntas, ya que lo que creamos es vida, sería como crear muchas ovejitas Dolly que usaríamos como esclavos para realizar las tareas rutinarias y anodinas de nuestro entorno, sin pensar en qué es lo que quiere y no quiere nuestro robot. Y en base a eso, estaríamos pagando por comprar una vida, atentando de lleno en la ética colectiva, que no sabríamos cómo responder.
Además, si estos robots existiesen, muchos puestos de trabajos desaparecerían, porque los humanos en comparación a los robots somos unos seres inferiores, menos fuertes, menos eficientes, menos eficaces, etc. Y se crearía una situación dificilmente sostenible, donde los únicos puestos de trabajos posibles sería los puestos cualificados, que requieran imaginación, lógica subjetiva o objetivos que los robots no puedan asimilar. A lo que, también, no sabemos cuantos puestos de trabajo existirían en base a la personas que hay en el mundo.
En definitiva, Yo, Robot representa un mundo que no sabemos si queda lejos o cerca, un mundo que no sabemos si se sotiene, y en realidad no sabemos si queremos o no llegar a conocerlo.